jueves, 18 de noviembre de 2010

Querido Pablo:

No me ha bastado la evidencia, la realidad comprobada, para que mis sentimientos cambien. El amor es obstinado cuando le contradicen, aunque nos empeñemos en anestesiar las palabras.
Casi siempre este blog de Cyrano me tranquiliza, me sirve de válvula de escape para los sentimientos que no puedo manisfestar de otro modo. Pero otras acaba recordándome lo que no puede ser y me deja mustia y con cierto regusto amargo. Si bien no siempre consigo ver el lado amable de esta historia, mi refugio virtual me resulta igulamente acogedor. Después me duermo más tranquila y, aunque no consigo soñar con nuestra manos juntas, el amanecer me devuelve una realidad más esperanzadora.
Buenas noches, mi amor
S.