viernes, 31 de diciembre de 2010

fin de año

Querido Pablo:
Ayer nos despedimos hasta el año que viene, aún puedo recordar el sonido de tu voz y el tacto de tu piel. Sonreiré al nuevo año porque también llevará tu nombre y despediré al viejo con añoranza porque me regaló tu presencia. Me alegro de que nadie me lea, ni tú ni nadie: las palabras fluyen mejor cuando el destinatario es uno mismo. Hoy no me entristece escucharme, el eco de tus palabras de ayer todavía resuena en mis oídos y sé que aún quedan más momentos para compartir en los próximos tiempos. Hoy me ayudas a vencer al miedo. Estoy segura que, dondequiera que estés esta noche, en algún instante, tu mente volará hasta mí y sonreirás. Quizá cuentes las horas para el reencuentro. Hoy Cyrano afronta el futuro con esperanza. Algún día podré descubrirte lo que se esconde detras de mi amistad.
Feliz año, mi amor.
Sofía.